01. Los chicos
02. Carnaval de Brasil
03. 5 minutos más (minibar)
04. Soy tuyo
05. Mi Gin Tonic
06. La espuma de las orillas
08. Comedor piquetero
09. Sexy & Barrigón
10. De orgullo y de miedo
11. La mitad del amor
12. Mi Cobain (Superjoint)
Grabado y mezclado en Mondomix (Buenos Aires)
Ingenieros de grabación:
Sebastián Schon (main), Juan Blas Caballero, Demián Nava, Ignacio Castro
Ingeniero de mezcla: César Sogbe
Masterizado en Masterhouse por José Blanco
Producido por Cachorro López
Diseño: Liniers
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Entrevistas
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Entrevista en Los 40 (MP3 – 15 mb)
Entrevista en Radio 1 (MP3 – 28.4 mb)
Entrevista en Radio 3 (MP3 – 50 mb)
Entrevista en Radio 10 (MP3 – 36 mb)
Entrevista en Radio Rock & Pop (MP3 – 36 mb)
Entrevista en Radio Catalunya (MP3 – 27 mb)
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Criticas
Critica de La lengua popular Revista Rolling Stone
Sin cuchillo entre los dientes Diario Página 12
Serpientes en almíbar para la exquisita Lengua Popular Blog Luces de la ciudad
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Escribe A.C.
Los Chicos: Una canción valiente porque mira a los ojos a la muerte con ternura, un rock torero entonces… La escribí; pensando en un camarada enfermo, peleando para seguir vivo. Va para los amigos ausentes.
Este rock heroico con pared de guitarras es lo que quiero mostrarle a la gente, mi identidad rockera, la que brindo en los conciertos que brindo, a pesar de mis versátiles grabaciones y mis orígenes multiétnicos como oyente. Pared de guitarras y solo de Juanchi (Pericos), aunque se escuchan algunas estiradas mías.
Carnaval de Brasil: La escribimos en el estudio y reniega de la necesidad de la soledad, y la sobredosis, como caldo de cultivo para las inspiraciones. Es injusto suponer que la llegada de la inspiración necesita un terreno abonado por la desgracia, el abandono o la sobredosis. Ya deberíamos saber que para escribir un texto inspirado lo que necesitamos es dedicarle horas… y no sangre.
Yo toco, como corresponde, los órganos (que a veces son teclados con sonido Hammond aunque tengo mis propios teclados vintage) y las guitarras rítmicas, las menos power y las más Stones; Como en casi todo el disco, todas las voces son mías; eso fueron muchas horas en la pecera cantando armonías y duplicándolas, trabajo que se convirtió en una de mis especialidades y que disfruto. El solo estilo Harrison, que se escucha en los últimos coros, soy yo con mi Tele «toro de Osborne».
5 minutos más (minibar): En realidad es una cumbia melódica, con sus ingredientes románticos pero retorcidos también. Estalla en el estribillo y se enrosca en los versos con imágenes salidas del cerebro frito del autor. No tiene una línea narrativa blindada, Víctor Carrey [realizador del videoclip] la interpretó así porque fue la dirección estética que eligió.
«Minibar» casi no tiene guitarras, el nylon que se escucha es sampleado de discos con ruido de púa y rayón. Sin embargo, hago un mínimo solo de guitarra barítono, en uno de los últimos coros. Vuelvo con el órgano virtual, a veces filtrado y a veces sonando más natural. A mí me gusta pensar que es una cumbia cultural, aunque tiene de ballenato, de sonido santafecino, de reggaeton y de milongatón, incluso para Sebastián Schon (el segundo de a bordo y el timonel de Cachorro López) recuerda al sonido Mano Negra.
Soy tuyo: Otra de las escritas en Rosario, durante una temporada de dos meses como consorte de reparto (durante el rodaje de un largometraje dirigido por el gran Fito Paez). Una canción erótica debería ser también una canción de amor, y viceversa. Desgraciados aquellos que no puedan consumirse en el amor consumado. Detalles instrumentales: la guitarra acústica es mía, incluso el solo minimalista stoniano.
Mi Gin Tonic: Mis reflexiones irreflexivas desembocando en un instante cotidiano, confesando una mayor tranquilidad. Vivir con más paz y menos culpa nunca puede ser aburrido. Creo que el estribillo recuerda a «Cenizas», de Ariel. Las guitarras (el punteo armonizado alla Harrison) las toqu; é yo el día que escribimos la canción, fueron las referencias y las guitarras finales, aunque el solista es Tito Losabio, que también hace fraseo y rítmica, un antiguo compañero y guitarrista elegante.
La espuma de las orillas: Originalmente eran dos frases que se repetéan monótonas, pero López me pidió; más melodía, un puente; y el puente necesitaba letra y resultó; un puente para llegar a una orilla de interpretaciones próximas. Ya no tengo espinas que duelan… hay espinas sin rosas…
Fue la primera que grabamos, con baterías programadas, ya que el propio estilo pide eso. También tiene un despliegue de percusiones naturales. Es otra de las que yo considero cumbia, aunque pocos músicos tropicales estarían de acuerdo con eso, conmigo.
Cada una de tus cosas: Amor y eternidad, lo que nos hace sentir vulnerables y poderosos. Además menta a la alegría de vivir, que es la llave de la canción flamenca y contemporánea porque nos recuerda a Ray Heredia. Los arreglos de cuerda son de Leo Sujatovich, el pianista de Estrella Morente, y ya en el demo se perfilaban las cuerdas, similares a «Romeo y Julieta», creo que de Morricone… Lo primero que grabamos fue la voz, se supone que no es el orden tradicional grabando, pero Cachorro sabe que a veces una canción necesita empezar por la identidad, para después completarla con sensibilidad.
Comedor piquete: Me dicen que se puede imaginar tocada por Los Fabulosos Cadillacs… Esos bronces serían un Cadillac auténtico! No lo había pensado pero me cuadra del todo. La guitarra la toca Gringui «El Mágico» Herrera y, realmente, es para escucharla con lupa porque no tiene desperdicio, tiene dulzura y rítmica. El coro final no es mío, pero es una frase que quise agregarle a la canción para que cierre la letra del todo. Me explico, la frase es mía pero no la canté; yo: llegué un día al estudio y ya estaba puesta. «Vida paria en la burbuja inmobiliaria» es el detalle que explica porque esta canción existe.
Sexy & Barrigón: No es autobiográfica, porque, de momento, estoy más cerca de los Stones que de los Simpson… Sin embargo, sospecho que tanto el pelo de Mick como la barriga de Homer son postizos. Todos tenemos algo del gañán americano que ve TV en el sofá, pero algunos elegimos como modelo a los piratas ingleses del rock and roll.
Acá toco todas las guitarras, Cachorro me propuso no llamar a ningún especialista y armar «Sexy & barrigón» con puras guitarras Osborne. Lo mismo que otras en el disco -léase «Minibar», «Brasil» y «Cobain»- la armamos en la segunda unidad, con el programador y productor Juan Blas Caballero.
De orgullo y de miedo: Supongo que es una canción de amor de varín adulto que estrena el corazón de nuevo con la ilusión intacta y dispuesto a entregarlo entero apostando así; su felicidad íntegra.
La guitarra y el pedal steel los toca Juanchi Baleiron (Pericos). Es una de las que grabamos todos los músicos juntos y al mismo tiempo.
La mitad del amor: Tomar, beber, oler… Y seguir adelante. Me gusta pensar que copia un poco a Gabinete Caligari circa Camino Soria.
Acá toco bastante guitarra, creo que las demás las completó Cachorro. Todos los bajos, menos los de «Cobain», son de Cachorro o de Guillermo Vadalá, un virtuoso conocido también por sus apariciones alucinantes en las giras de Fito Páez. Los coros, esta vez, los hicimos todos los que estábamos en el estudio, dejamos la máquina grabando y cantamos, literalmente, todos los presentes.
Mi Cobain (Superjoint): «Mi Cobain», es el Cobain que todos tenemos dentro, que se hace cargo de todo, que no soporta la presión, demasiado sensible para los tiempos que corren y vuelan. Superpibe era uno de los personajes de Titanes en el ring, un programa de lucha y fantasía que veíamos de niños. El Payaso Pepino, un luchador bondadoso y torpe, siempre terminaba en serios apuros, y la audiencia pedía a los gritos por el concurso del Superpibe para rescatar al amable payaso de la golpiza de un villano, digamos, El Mercenario Joe. Está escrita a comienzos de siglo, y algunos dirán que es la típica paranoia Camboyana…
El bajo lo toca J. B. Caballero y el entramado de guitarras es siempre Gringui, que toca guitarra de 6 y de 12 cuerdas. Respeto mucho la versión original de 2001.