APOCALIPSIS Y AMOR

Día 1. El primer viaje

Madrid, casa de Andrés. Frente a un sofá en forma de «L», Tom Jones lanza
uno de sus característicos aullidos… mientras un platillo volante cae
del cielo con estrépito. Nuestro anfitrión pulsa uno de los seis mandos a
distancia que descansan sobre la mesa y «Mars attacks» termina
súbitamente. Volvemos a la tierra. A un salón con las paredes pintadas de
negro en las que sobresalen unos retratos de Andrés a lo Warhol. Las
contraventanas semicerradas aseguran la penumbra. Del otro lado están los
balcones con sus plantas marchitas, y allá abajo, el contenedor donde caen
las cosas que ya no le gustan. Sobre la mesa, algunas lecturas breves e
intensas: «Silogismos de la amargura» y «Del inconveniente de haber
nacido» (Cioran); «Lecturas para minutos» (Hesse); «Las flores del mal»
(Baudelaire); «Antología poética» (Pessoa); «Historia de la mierda»
(Dominique Laporte). Sólo falta «Una temporada en el infierno», de
Rimbaud. Pero en su lugar hay una pila de CDs con la etiquetas de varios
estudios de grabación y unos títulos escritos con tinta reciente. Nadie
los ha escuchado aún, pero hay motivos para pensar que ahí hay algo
extraordinario… en el sentido más a palabra. Desengaño, ruptura,
enganches químicos, victoria, soledad y Andrés viene: el argentino viene
de superar el año más duro de su vida. El fruto de todo esto no es otro
que esas canciones, ¡100! De entre todas, el músico -que hoy habla con un
deje de tristeza y lentitud- ha extractado 30 que van a dar forma a su
nuevo disco (doble). Y ha elegido a ZdeO como primer oyente. El autor
quiere hacer constar que el orden es tentativo y que apenas está
corregido. El repertorio, en todo caso, no parece sujeto a grandes
cambios. ¿Listos? Play…

1. «MUJER MUNDIAL»

«Quién escribirá la historia de lo que pudo haber sido / Yo que soñaba
despierto ya no sueño dormido / Con quién estarás ahora / quién te va a
dar de comer / En el día mundial de la mujer». Empieza el disco sin
alegría, obsesivo, en espiral. Guitarrero, intenso, cargado de emoción.
ZdeO: Las primeras canciones que se escuchan según este orden, ¿son
también las primeras que escribiste?
A.C.: Sí, me quedó extrañamente cronológico. Esta la escribí en el primer
fin de semana. Tocamos mi hermano en batería, Coti en bajo y yo en
guitarra. Básicamente el trío de las primeras canciones. Escuchá esta
otra…

2. «PARTE DE ADELANTE»

Podría estar en «Alta suciedad» -recuerda algo a «Donde manda marinero», y
se te instala en tu mente desde la primera escucha. Definitivamente más
melódica y optimista que la anterior. ¿Single?
A.C.: ¡Esta es a la que más vueltas le di! La grabé acá primero, en casa.
La primera versión era bastante floja pero la tuve durante mucho tiempo,
hasta llevarla a Nueva York. Finalmente quedó la de Madrid, pero acabada
en Buenos Aires.

3. «TE QUIERO IGUAL»

«Te quiero / Pero te llevaste la flor / Y me dejaste el florero». Muy
sabinera.
A.C.: ¡Es un homenaje a Sabina! ¡…y muy Van Morrison! Esta hizo Buenos
Aires-Nueva York-Buenos Aires para acabar mezclada en Miami.

4. «PREFIERO DORMIR»

A.C: Empieza muy poderosa. Tiene trompeta y batería: Fradley, el de «Alta
suciedad», y Drayton III, en Nueva York muy preciado como baterista. En
cuestión de bateristas tengo el paladar muy fino. Andrés toca la batería
al aire orgulloso mientras suena un reggae con una humeante trompeta jazz.

A.C.: ¡Estilo Miles Davis! La grabamos en el control muy tarde a la
madrugada. ¿Buena, no?

5. «CUANDO TE CONOCI»

A.C.: Otra del primer fin de semana. También le dimos muchas vueltas. Esta
es la segunda versión, es menos triste y está calcada de la original. Muy
Beatle en su melodía y coros. De la época del disco rojo. Ciertamente
optimista, nostálgica y lustrosa. «No se puede cambiar de corazón como de
sombrero sin haber sufrido primero», dice.

6. «MAS DUELE»

El disco sigue mutando, tirando ahora al funk de Bill Withers.
A.C.: Otra del primer fin de semana…

7. «LOS AVIONES».

A.C.: ¡Esta es especial! Es de las primeras de Buenos Aires. Pero después
tiene guitarras de Marc Ribot en Nueva York. Está mezclado ahí mismo.
Parece una bossanova.
A.C.: Está grabada sin amplificadores siquiera. Con unos pocos micrófonos
y un DAT, desoyendo incluso nuestros propios discursos respecto a grabar.
Esta canción es una de las últimas, de la quinta época, entre la 90 y la
100 de la lista. Ese fin de semana grabamos sin parar. Nos escribimos
canciones entre nosotros, dedicadas a nosotros… La primera de todas fue
la más seria, que es «Clonazepán y circo».

8. «CLONAZEPAN Y CIRCO»

A.C.: Clonazepán es el nombre químico del Ribotril, un ansiolítico. Es en
los 90 lo que fueron la lexatina y el valium en los 70 y los 80. Quizás es
la neurodroga más vendida. Tal vez está sustituyendo en parte a las que
ahora son drogas libres ilegales en el mercado negro. Suena la primera
pero no la más dylaniana de las canciones del disco.
A.C.: Bob Dylan, cantando entre «Time out of mind» y «Oh mercy», ¡hizo un
montón de cosas… ! Para más señas, «Like a rolling stone».
A.C.: ¿Cual viene ahora?
A.C.: «Eclipsado»

9. «ECLIPSADO»

A.C.: La verdad es que este orden es muy opresivo, ¿no? También es la
combinación de equipo japonés con parlantes británicos, ¿viste? No tiene
nada que ver con ninguna nacionalidad del disco… Ahora, lo más stoniano
del disco. Si fuera de Los Rodríguez, podría llevar la firma de Ariel Rot.

10. «MARADONA»

De repente, ¡fiesta! Invitados, los Auténticos Decadentes. Un corte breve
que marca el único momento de júbilo del disco. Andrés, sonriente por
primera vez en la tarde, batea enérgicamente en el aire.
A.C.: ¡Fundí a Keith Richards y Maradona!

11. «EL TREN QUE PASA»

Un wah wah abre este reggae que da fe de la facilidad de Calamaro para
meterse en multitud de estilos y salir con dignidad. ¡Hombre reggae!
A.C.: Madrid-Nueva York-Madrid-Baires: ese es el pasaporte de la canción.
No sé como llegó la circunstancia de quedar con el técnico y hacer en
media hora tres tomas de instrumentos diferentes. Una apuesta, creo.

12. «MI PROPIA TRAMPA»

A.C.: Esta es de mis favoritas. ¡Tiene percusión de todas las ciudades!
Andrés mira al techo. Suena el bandoneón. Y entra la siguiente.

13. «JUGAR CON FUEGO»

A.C.: Escuchá… ¡esta debería abrir el disco! Una voz rota y un piano con
inconfundible gusto a tango. Andrés había hablado mucho de sus
colaboraciones con el mítico Mariano Mores.
A.C.: Toca guitarra y canta conmigo. Mirá: «Yo tengo cuatro claveles / Uno
por cada motivo…» …Algo recuerda a Gabinete Caligari.
A.C.: «Estoy jugando con fuego / y en la yema de los dedos / Tengo el
tacto de los días tengo el tacto de las noches tengo el tacto de los dos.
Es inmoral / Sentirse mal / Por haber querido tanto / Debería estar
prohibido / haber vivido y no haber amado…». Esta es la canción 101.
ZdeO: ¿Qué tal con Mores?
A.C.: Muy bien, no le molesté mucho -80 años tiene-, ya aprendí
perfectamente sus primeras lecciones. Los tangueros son muy estrictos: el
cantante tiene que interpretar pero la melodía la tiene que dejar
tranquila. Después él siguió progresando bastante en el arreglo. Inclusive
el coro final es un arreglo. Grabamos dos tangos, «Naranjo en flor» y
éste.

14. «SOCIO DE LA SOLEDAD»

A.C.: Hay muchas mezclas de ésta, no sé si la que vas a oír es la
definitiva. La letra la escribí en Paraguay cuando estuve tocando allá. La
letra nunca me pareció muy buena, pero hicimos el tema igual. Rock
´n´roll. Piano y voz, guitarra y un coro canalla: «Esta vez no sé si gané
o perdí / Yo sufrí y también fui feliz».
A.C.: Estoy un poco cansado. Esto es casi insoportable para mi modo de
ver. ¡Va a ser un disco tremendo para escucharlo todo de golpe! Aunque
cuando la gente lo escucha ya terminó toda la aventura del disco. El
primer viaje. La grabación. Tal vez ahí es donde las piezas se vuelven a
reunir. Porque cada canción tuvo su viaje por separado. Por el mundo.
Podría haber parado en el primer fin de semana. De 90 canciones a 9.
A.C.: Por cierto, ¿cómo se va a llamar el disco?
A.C.: No sé. Estoy entre dos: «Honestidad brutal», que tiene algo como de
discurso político, y «Aterrizaje forzoso». Ese es más humorístico, Suena a
Siniestro Total. O a «Miedo y asco en Las Vegas». Creo que será el
primero.

15. «VOY A DORMIR»

A.C.: Acá toca guitarra Pappo. Está escrita en el mismo día que «La mujer
mundial», y si no mirá las dos letras: tienen como una secuencia. Las dos
están escritas en primera persona. En «La mujer mundial» estoy buscando un
lugar en la carretera, que probablemente sea Dolores, para seguir viaje a
Tandil. «Voy a dormir» ya es después de comer. Inclusive la canción
empieza conmigo parando para hacer pis en la carretera. Literalmente. Es
uno de los principios más abominables, pero a mí me parece que uno está
pensando en otra cosa cuando empiezo a cantar y digo eso. Esperá que la
voy a poner. Suma y sigue la lista de homenajes. Esta es la canción
loureediana.
A.C.: Así termina el primer disco. Joe no es muy de la idea de hacer un
doble. Quizás tenga razón, pero yo creo que en un año que termina con tres
nueves… ¿Qué hacés si no con las canciones? Se ha hecho de noche en la
calle Pez. El hifi japonés enmudece momentáneamente, tal vez atendiendo al
nombre de la última canción que escucharemos hasta mañana.

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