Hace apenas dos semanas que empezamos con las sesiones, en este estudio propiedad del multipremiado [Cachorro] López. Por el momento trabajamos en el esqueleto de siete canciones. Son buenos esqueletos, pero esqueletos al fin, y apenas promediamos la cantidad de esqueletos suficientes para terminar un disco…
El deseo personal y el criterio artístico de la producción, que es una forma de clamor popular, piden lo mejor del repertorio. Y las canciones no tienen fecha hasta que alguien las escucha. Nuevos textos, nuevos ámbitos, nuevas melodías y también lo más granado de la reserva moral de canciones. Un disco abierto a los talentos de los mejores músicos (sólo algunos de los cuales ya está colaborando dadas las instancias del proceso), a un triunvirato de ángeles de la poética (como ya ocurriera en anteriores discos míos, o en todos), y al de López y su mano derecha, e izquierda, Schon. Largada al 007, un año al servicio de su majestad el rock».
A.C.