Lo conocen como El Cuino. Es letrista de hits de Calamaro como “El salmón” y “Estadio Azteca”. Y un sobreviviente de los excesos de los años 80. Sacó su primer CD, en el que invitó a medio mundo, de Vicentico y Cordera a Dargelos y Charly.
Mediodía pasado: Marcelo Scornik, el Cuino, desayuna en San Telmo. Tras volcar abundante azúcar en su café con leche, lee el aforismo impreso en el último sobrecito:Algunos encuentran el silencio insoportable porque tienen demasiado ruido adentro.“Qué porquería, ¿no?”, comenta, con inflexión de voz y gestos calamarescos. La inscripción de su remera es tajante: Risa o muerte; abajo, la cara de Cantinflas con la vista clavada, estilo Che, en el horizonte. Scornik está feliz: tras escribir decenas de letras que brillan en discos ajenos —en especial de Andrés Calamaro— acaba de lanzar su primer CD: Basta Cuino.
¿Solista? El dream team de invitados impresiona: los hermanos Calamaro, Charly García (hace una versión de Sucio y desprolijo, de Pappo; único tema que no es de Scornik), Vicentico, Juanse, Adrián Otero, Gustavo Cordera, Adrián Dargelos, Daniel Melingo y muchos, muchos otros. Cuino es un poeta volcánico y elegante, un letrista popular demasiado desconocido, escribe Calamaro en Basta Cuino. “Ahora corro nuevos riesgos: soy un letrista popular dándome a conocer —agrega Scornik—. En cuanto a poeta… Sin despreciar en absoluto esa palabra, me considero un hacedor de canciones. Tampoco soy músico; no toco una sola nota, me aprendo de memoria las melodías”.
Scornik —de 45 años— cursó la primaria con Calamaro en la Escuela del Sol. En el 76 emigró con su familia a México; volvió en el 79. “Traía la influencia de Bukowski, Kerouac, Ginsberg, y los poetas malditos, Baudelaire. Escribía con un estilo que podríamos llamar dark: textos realmente repulsivos pero de buena pluma. Recuerdo la noche en que Andrés, que vivía con sus padres, se puso a musicalizarlos”.
Siguieron dos décadas y media de canciones compartidas. Desde Mil horas, No te bancaste o No me pidas que no sea un inconscientehasta las postRodríguez: Clonazepan y circo, El salmón o Estadio Azteca. Sería oportuno reconocer que mis mejores textos son del Cuino, aseguró, con humildad, Calamaro. “La verdad es que no escribiría ni la mitad si no fuera por él —devuelve Scornik—. Andrés siempre halaga: debe ser el artista que más menciona a los coautores de sus letras”.
La convocatoria para Basta Cuino fue un éxito casi total: “Fito Páez y Fabi Cantilo no pudieron venir, y a Spinetta, mi primer ídolo, no me animé a convocarlo. Los demás aportaron lo mejor: pusieron sus improntas. El día en que íbamos a grabar, Andrés me dijo en el taxi: No tendrías que llevarme. Los demás van a estar bárbaro y mirá cómo estoy. Tenía una mala tarde, como cualquiera. Al llegar, avisé: Muchachos, lo traje a Andrés un poco desangelado. A los 40 minutos, él no sólo estaba cantando con un lustre espectacular el tema Nena:metía piano, hacía coros; estaba bárbaro”.
El amor, los excesos y el testimonio social (Puente Pueyrredón) se entrelazan, como de costumbre, en la poesía de Scornik. “Aunque la desdicha tiene una autoseducción muy inspiradora, esta vez pude crear en pleno enamoramiento. Durante los estados de gracia también se puede escribir; no es necesario el desgarro: yo pude crear Nena, Eva y Tranquilo y húmedo. Y en otras canciones, como Metrosexual, hice exorcismos. Escribí: Cada vez que hago una lista de todo lo que probé/ me pierdo mucho antes de llegar a la mitad”.
El Cuino —cuyo apodo, mexicano, alude a un cerdito muy voraz— aclara: “No digo que ninguna droga haga bien. El que la toma, la toma y punto. Descreo de la droga como fuente de inspiración. El que dice que es inspiradora quiere quitarse ciertas culpas; la culpa de que no estar cuidándose bien, de estar atacándose de alguna forma”.
En Basta Cuino, Calamaro escribió: Estoy orgulloso de ser tu amigo. Y hay que tener cojones para decir eso. Scornik explica: “En una época no cotizaba muy bien decir que eras amigo mío. Pero Andrés nunca dejó de hacerlo. Yo era políticamente incorrecto. Nunca me gustó el caretaje. En otra época no habrías podido publicar casi nada de lo que te dijera. La rebelión juvenil se me fue muy tarde. Incluso creo que nunca se me fue del todo”.
Calamaro participa de “Basta Cuino” en el tema “Nena” (MP3)
Entrevista al Cuino en Radio Atomika:
Parte 1 (.mp3 – 08 m.)
Parte 2 (.mp3 – 14 m.)
Parte 3 (.mp3 – 08 m.)
Parte 4 (.mp3 – 11 m.)
Parte 5 (.mp3 – 06 m.)